jueves, enero 29, 2009

Al margen del tiempo

Ingrávida y descreída
de mis propios desaires.
Busco raices profundas
contra estos últimos
e imprevisibles
vendavales.

lunes, enero 12, 2009

Sobreentendidos

Soñé en los días más radiantes
y me cubrió la sombra.

Invoqué noches oscurísimas
y me cegó la luz.

Intenté despojarme de recuerdos
y el tuyo me envolvía.

Dije que no eras más que polvo
y el polvo se rió de mí.

* Autor: José Agustín Goytisolo



Yo soñé que te perdía y toda la eternidad dejaba de tener sentido, la vida sin ti se volvía una tontería y yo deseaba morir para no volver a encontrarme, jamás, tan profundamente herida.

Tienes mi alma a tus pies, y mi vida dentro de tus días. Si alguna vez fallara la ecuación, no quiero pensar si mi interior se recobraría...

Ahora salto y bailo por las noches aún si no estás porque induzco tu compañía, y sé que me puede hacer feliz el tintineante sonido de tu risa. He aprendido a sumar de más en lo que a ti te involucra, y a no restar jamás ni un sólo paso de este camino por el que, cada día, llego a la cima.

jueves, enero 08, 2009

Ausencia

Me aburro en tus silencios pero sólo si no estás. Ha llegado el frío a estas húmedas tierras, y, en tu ausencia, acumulo mantas sobre edredones y me acurruco en el ancho espacio que le sobra a mi colchón.
Sólo Clea maulla compañía, y yo me estiro poco de mañana cuando el agua de la ducha arde sobre mi sensible piel -debo estirarme más, pero no sé si quiero crecer-.
Un día más tengo los dedos fríos, a pesar de los guantes y del incesante teclear. Quiero que acaben de una vez estos grados de separación. Tu frío me llama sin calar, porque el frío que no es húmedo ni siquiera es frío de verdad. Mientras tanto me conformo en calentarme de dentro hacia fuera, en proyectar la esencia de mi cuerpo en el despacho donde sola pienso sólo con el estómago, que igual ruge de hambre y llora de inanición. Y es que tú me llenas las entrañas de mariposas, de montañas rusas y de color, y yo sólo como incesante pero no sirve para tapar el hueco que queda en el medio de mi yo. Me pregunto si se verá debajo de mi jersei, y lo levanto curiosa, pero el agujero de mi ombligo no deja adivinar la pobreza en mi interior.
Seguiré adelgazando a este paso triste y delicado, hasta que llegue a ser ingrávida y tal vez, si no te das prisa, vuele tan alto que no me puedas alcanzar.

lunes, enero 05, 2009

La luz

El 2009 me sube las tripas al corazón y me dice, en un pálpito, que todo va a ir mejor. Se acabaron los eufemismos en forma de heridas autoinflingidas, se acabaron las súplicas al destino puesto que éste me ha dicho que lo que deseaba ya llegó.

Las aguas vuelven a cerrarse, enterrando entre marejadas todo lo feo y lo ajeno y dejando, a cambio, una bruma en oscuro morado, un arcoiris formado sólo por todos los tonos de tus ojos, de ese verde miel que es mi color.

Ando segura y sonriente, me llevo de los últimos días grandes amistades, nuevas esencias, el olor de tu cuerpo -que es mi casa- y una muy bella canción.