viernes, febrero 09, 2007

Claradriel-Show, a dos voces.

Barcelona, 7-2-2007

Haciendo peripecias en el escenario o cómo dormir cuando la niña ronca.
Mentira chunga, es él quien ronca, estertor a prueba de tapones (ji, ji, hoy lo mando al comedor).

La Kinder está a mi lado, con el cepillo de dientes en acción, ordenando los cacharros de la comida, paseándose por toda la cocina y hablando del mundo bloggeril…en un principio iba a comentarle que no la estoy escuchando, que no se la entiende, pero cuando he levantado la cabeza y la he visto soltando espumarajos por la boca (epilepsia no, pasta de dientes) he desistido.

Y es que nada es normal con él cerca. Todo el día en proceso de borrachera. Perdidos entre Orwell y Catalunya. Incluso sin techo. Viéndome en la situación de forzar mi portal con una tarjeta (ja, ni de eso ha sido capaz) para poder guardar la compra. Y recorrer la ciudad en busca de llaves. Que he olvidado en casa ante su prisa-presión psicológica. A Dios pongo por testigo de la falsedad de esta afirmación. A Dios y a su compañera de piso (que no sabía de mi llegada y casi se muere del susto al verme en su casa, cerveza en mano, con la cara de mandril que tengo). Yo estaba esperando tranquilamente en la cocina, fumándome el primer (ejem) cigarrito del día, pacíficamente, a que ella terminara el proceso de 12 horas que conlleva su acicalamiento. Total, ya nadie la mira… (seguro que algún vecino me lleva la contraria, pero es por joder. Ya veis, total, porque se cambia con la persiana sin bajar… no tengo cortina, me refugio tras el armario-cambiador…los vecinos y yo sabemos que no es verdad… (si no hay vecinos, ai! ) Es cierto que parece un mandril, y con camiseta de vaca. Así, con esas pintas, y las mías de ir por casa, hemos tenido que surcar la ciudad. Casi llego tarde a mi entrevista. El colmo de la mala ostia, a eso me ha hecho llegar. Menos mal que me ha vuelto la risa, oh Diosa, porque en tanto maldecía su prisa ha pasado a nuestro lado Tadszio, mi Tadszio, más andrógino aún junto al aspecto… curtido, de Show. No sé si ella ha descrito anteriormente al individuo Tadszio en cuestión. No me he fijado bien, pero creo que respondía a los rasgos de un cocker de raza, un minimoy de metro treinta con pelo revuelto y (idiota, era alt… per a la seua edad) y de color impreciso… os lo describiría mejor, pero con las arcadas no he podido fotografiar al proto-delincuente llamado X. Eso sí, no debe aún tener pelos, así que no es apto para follar. Como veis, me gusta hablar con ella porque solo piensa en la lírica y en la mecánica de los Ford.
Bueno, volveré a ducharme ya que sudo del estrés (ella puede ducharse pero… ¡Cómo me quito yo el sabor a alga que tenía la pasta que ha cocinado!: con el orégano y el queso no se notaba nada, y ha sido un pequeño error ). Ya podía haberse ido a ESAS conferencias. Casi lo hace, pero salía por la puerta cuando me ha preguntado qué día era hoy (Chicos, cuidado, los de Caixafórum nos están vacilando, es un complot!). No era el día, ja, ja, ja. Qué remedio, lo sacaré a pasear. Tiembla Barcelona, como tiembla nuestra escasa integridad.



1 “Esta Princesa es la Princesa más rubia rubia de todas las princesas rubias que en el mundo hayan existido. Esto es ser rubia, y lo demás, rastrojos de maíz.” (Dado el caso, los matices del género se pueden salvar. Era un chico, al final…). Matute, Ana María, Olvidado rey Gudú.

2 “Menudo gambitero, señores, pasen y vean”, Must Go On, Show, El libro de la vida.

jueves, febrero 01, 2007

Una mañana más

Hace escasos minutos que he llegado a casa, y he pasado antes por la boulangerie que hay abajo, a comprar el pan. Andaba pensando en las delicias que se cuecen en el lugar (esos pastelitos de canela!) cuando me he girado a ver al poseedor del exquisito acento francés que acababa de entrar y me he encontrado al ser más andrógino que podía esperar. Un Tadszio algo menos lánguido, y con algún año más, que, en realidad, no sé aún si era un chico suspendido en el portal de la edad adulta o una premujercita con personalidad (ante tantos clones adolescentes de la Beckham que hay por las calles hoy en día. Cómo cambian los tiempos, desde que de pequeñas íbamos con rodilleras en el chándal).

No estoy aún en esos niveles de pederastria, y solo me ha llamado la atención, castamente, a pesar de mi estado de prolongada abstinencia sexual que bascula entre la intolerancia extema hacia los hombres (para tales fines, claro) y la carencia de pespectivas femeninas en el horizonte...

Da igual, hoy estoy contentísima, hace un sol precioso, y me voy de cañas con la mejor compañera de piso que ha pasado por mi periplo estudiantil. Esa que se cachondeaba de mí, y se atrevió a afirmar que ‘eres la persona más mentalmente lesbiana que conozco, pero te gustan tanto las pollas...’ (en fin, qué barbaridad!). Y ahora está también en Barcelona, trabajado en proyectos de igualdad de género. Nuestro itinerario de feminismos da resultados, lo que me alegra mucho.
Así que espero que el apagón nos pille felices, en algún bar.