viernes, noviembre 28, 2008

Donde siempre es invierno.

Vuelvo a la ciudad de mi sueño y de mi soledad,
el lugar donde te pensé
y descubrí los pequeños resquicios de tu in-voluntad.

Menos mal que decidí exiliarme
y aprender a ser yo: me gustó.

Ahora vuelvo con mis recuerdos y contigo,
para que podamos descubrir
que la vida nos dolía,
que la compañía de noche era fría,
exacta en la distancia de nuestros cuerpos;
no de nuestras almas.

Nos reencontramos en el medio de la nada
y ahora, dos años después,
vamos a regresar, juntos,
para que te lo pueda enseñar.


Preparados para abrir caminos,
prestos a romper esquemas,
a regalarnos retazos del pasado
y a sucumbir al hambre de nuestros cuerpos
como no pudimos hacerlo
cuando ya sabíamos que necesitábamos ese algo
a nuestro lado.

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lunes, noviembre 24, 2008

Entresijos

Encontré un manto de plastilina en la noche
se puede moldear al gusto,
haciendo en él un agujero
que comunique con el hueco de tu cama.
Así,
las noches serán elásticas,
poéticas y misteriosas.
Un secreto de colores,
siempre que no olvidemos cerrarlo de nuevo
cada mañana,
para volver a nuestro lugar.

domingo, noviembre 16, 2008

Asquerosamente enamorada, algo que objetar?

He decidido escribirte cosas bonitas. Así, de repente, he explotado fregando, mientras pensaba en lo limpia que hemos dejado nuestra realidad.

Tú me has enseñado a dar sin esperar, a amar con resignación, y aún así querer que sepas que el mundo es un lugar bonito, porque tú estás en él.

He descubierto que en tus brazos tengo un hogar, a través del tiempo y la distancia.

Saboreo un placer personal los domingos cuando madrugo, y sé que tú estás en la cama, y te imagino y estoy cerca de ti. A veces soy afortunada y te puedo tocar, sin despertarte, y aún así me susurras cosas dulces, palabras bellas que luego no recuerdas.

He aprendido a apreciar cosas nuevas porque tú me las has mostrado, y he aprehendido esa parte de ti que adoro y que no conoce nadie más. He aprendido que existe el verde miel, y que eras todo calor más allá de tu frialdad.

Has pagado mi rescate, que sólo tú podías pagar, y siempre tendremos sonrisas privadas que no quiero que nadie más entienda, que no hay que explicar. Me has salvado de mí misma y me has hecho fuerte, y ahora que no te necesito me haces más falta de lo que nada he necesitado jamás.

Hemos jugado a la ruleta rusa y le ganamos la partida a todos los imposibles que el destino nos plantó.

Y ahora, como siempre, escribo pensándote y sé que, aunque no me entiendas, por fin, me vas a escuchar.

lunes, noviembre 10, 2008

Creciendo.

Me balanceo en un columpio entre el pasado y el futuro y, mientras tanto, sólo puedo llamar limbo a mi paradero actual.

Una fusión de los tres monos, no puedo elegir cuál soy: ni oigo ni veo ni digo nada que no quiera. Y lo que quiero es que llegue ya el momento de empezar el examen de la vida adulta, de la VIDA, que me suena como el ruido que hace el coche cuando aceleras con el embrague pisado: no sé si en el momento decisivo podré coordinar mis movimientos, pero tengo fe. Al fin y al cabo, ya aprendí a volar.