domingo, febrero 24, 2008

Alucinada (aluninaza...)

Aún dura la resaca del 20, del eclipse lunar que muchos subestiman o ignoran, de cuyos efectos posibles, probables, fatales o inesperados pensaba teclear.

Pero no lo estoy haciendo.


Estoy de vuelta, de todo, y más.
El influjo irónico de acontecimientos ha alterado mi percepción.
Sin más, sin pronombres, sin acotaciones, sin catalogar: acontecimientos: vivencias, sentimientos, hechos, yo.


Así pues, me uno al camino escéptico o más aún indiferente, y tan sólo dejo constancia del vaivén de la realidad: llamémosla vida, destino, aventura, devenir constante o circunstancial... Como digo, qué más da, y qué más dará si los días se suceden y la lluvia que ha mojado la ciudad deja sólo un gris nuevo en el que no caben historias pasadas, arrastradas entre socavones y alcantarillas.

El cuento de la existencia, entonces, acaba de empezar. La vida no espera, es, y, fijándome en ella, he dedicido dejarme ser, aunque ser canse, porque no se puede dejar de respirar.
Y porque empiezo a descubrir (atisbo, apenas...) que prefiero ser que estar.

sábado, febrero 09, 2008

Re-moviendo...












Despertar: Qué alegría ver que puedo escapar de mi subconsciente, aunque sea con gran esfuerzo y tras una gran pelea para volver a la realidad. Y lo otro, aquello… no era real?? No era real…


Oir tu voz, al otro lado de la distancia una vez más, libera el llanto de terror paralizante, pánico. Me vuelvo una niña en la recurrencia de mis pesadillas en las que intento luchar entre irónicos y malvados simbolismos. Cambio de lugar la cama; molesto, seguro, al invitado de la habitación de al lado.

Horas más tarde, días, tal vez minutos, una eternidad, (una hora y media, acunada en tu cadencia dulce y etílica) me duermo de nuevo, para despertar bañada en sudor: el agua de mis lágrimas y de mi cuerpo apela a las heridas de mi parte emocional. Chúpame el miedo, otra vez, pero no, no estás, y qué bien, tal vez, valerme sola, pese al agotamiento (anterior) desesperanzado la batalla (decisiva?) no terminó.

Bueno, me guardo al menos el derecho a cumplir mis fantasías, no quiero más hablar de sueños: te guardo mi piel intacta, espero cosquilleante a que tu mano redentora acaricie mi pie, y se cierre un nuevo ciclo, tal vez asumiendo que la demora en la satisfacción de mi paz interior no tiene por qué ser un rito: puede cambiar.

domingo, febrero 03, 2008

Miscelánea

Hace un año dormía mucho, dormía mucho para soñar más.
Soñaba dormida y vagaba despierta por universos paralelos de sueños, navegaba dentro de mí esperando el clic que me atravesara en vertical otorgándome la paz de la estabilidad interior. En vez de eso, huía en el anonimato de noches oscuras preguntándome quién era yo y quienes los demás.

A veces, una renuncia a tiempo es una victoria.
Una vuelta atrás, el preludio de un gran avance.
Solo que es difícil saberlo, y la ansiedad corroe voluntades y esperanzas. En mi suerte no esperé nada y fueron llegando respuestas. Solo que eran nuevas preguntas.
Algunas, con una enorme sonrisa, las he podido contestar
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