Coloreando el calendario

Llueve, intermitentemente, pero sin amago de parar.
Después de viajar, de examinarme tratando de no sentirme suspendida por la vida, de echar de menos aquí y allá, de la soledad de las camas, de las camas compartidas, de estar (bien, a gusto, a ratos mal) en casa, en casas, en sitios, sin que sean mi hogar.
De cosmopolitismo impostado, de fingimiento de utilidad, de paseos irreales; sueños turbios, feos, amargos, asustándome las noches, levantándome constipada y con frío a mi alrededor.
Me gustan las mañanas grises, me gustan si hay algo que hacer, o si suponen un inciso en la espiral, de ocio en domingo, de periódico, película, desayuno y cama, desayuno en la cama, desayunar(nos) en la cama, cenar desayuno y poder tomar postre sin miedo a engordar.
Ojos cerrados, abiertos, nuevos colores: ahora me dio por el verde, bonito, el verde, verde prozac.
Después de viajar, de examinarme tratando de no sentirme suspendida por la vida, de echar de menos aquí y allá, de la soledad de las camas, de las camas compartidas, de estar (bien, a gusto, a ratos mal) en casa, en casas, en sitios, sin que sean mi hogar.
De cosmopolitismo impostado, de fingimiento de utilidad, de paseos irreales; sueños turbios, feos, amargos, asustándome las noches, levantándome constipada y con frío a mi alrededor.
Me gustan las mañanas grises, me gustan si hay algo que hacer, o si suponen un inciso en la espiral, de ocio en domingo, de periódico, película, desayuno y cama, desayuno en la cama, desayunar(nos) en la cama, cenar desayuno y poder tomar postre sin miedo a engordar.
Ojos cerrados, abiertos, nuevos colores: ahora me dio por el verde, bonito, el verde, verde prozac.