Efectos colaterales
Bienvenidos a la entrada que tal vez no queráis leer y que os decepcione en diferentes niveles de intensidad.
Las palabras aquí son un monólogo unidireccional, que admite respuesta acaso, pero nunca inmediata réplica.
Yo me encuentro atrapada en un mundo de silencio y de palabras dichas, pero no os puedo contestar.
A veces, lo que no se calla es más importante que lo que se dice. En otras ocasiones, no. Es lo que tienen las palabras, que a veces te obligan a callar contra tu voluntad.
Yo me encuentro atrapada en un reino sin teclado ni posibilidad de contestar, pero no abandono mis intentos y, ya ves, hoy me he conseguido escapar del mundo de las hadas rotas para poder pisar de nuevo el suelo humano y venir a saludar. Sólo eso, pues no puedo hacer más, pero no creáis que abandono, nunca estuvo en mi naturaleza abandonar. Echo de menos vuestros escritos, pero ahora no está en mi mano poder dedicar ese tiempo a perderme en los bellos retazos que dejáis, altruistamente o como vómito de ideas, para mi placer y el de muchos más.
Volverán tiempos de asiduidad, volveré a leeros y a interactuar, pero de momento, me conformo con este guiño que me sirve de escape, de esperanza y de normalidad.
3 comentarios:
Ya volverás con o sin golondrinas ;)
Esperamos tu vuelta. Muakssss
Volveré.
=)
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